La canción es todo un relato surreal y metafórico, una invitación a “comerse por dentro”, matar los miedos de forma carnal, “acuchillarlos”; detener todo sentimiento de superioridad, toda pretensión y vanidad y, de alguna manera, volver al estado más puro, como cuando quieres renunciar a eso en que te convertiste sin quererlo y lo único que deseas es regresar en el tiempo hasta ese punto en el que eras feliz siendo tú mismo. En fin, este primer bocado que nos presenta Ile es poesía en clave de soul con elementos del jazz y RnB, donde además colaboraron Ismael Cancel, quien fuera el baterista de Calle 13, y el mismísimo Eduardo Cabra en el piano.
Por su parte el video dirigido por Juan Manuel Costa y producido por El Birque Animaciones en Córdoba, Argentina, es una mezcla entre acción real y animación, con una dirección de arte preciosa, donde la boricua parece manifestar una especie de renuncia mientras se desprende de elementos ajenos a ella como prendas, joyerías, y hasta partes de su cuerpo, para convertirlos en ingredientes de una sopa que finalmente ingiere a manera de catarsis, aunque la frase que mejor lo explica sería “Cuando todo decrecía/encontré cómo trascender/ abriendo cual cirugía/fui descosiendo mi sed/ consumiendo en carne viva/ a quien quise pretender”.